Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

La bulimia es una afección médica grave que puede dañar su salud. Para mucha gente es difícil hablar sobre esta enfermedad, lo que puede dificultar la obtención de ayuda. Sin embargo, obtener ayuda es lo más importante que se puede hacer. El tratamiento puede ayudarle a sentirse mejor y evitar que la bulimia se apodere de su vida.

¿Qué ocurre en la Bulimia?

Muchos de nosotros nos preocupamos por nuestro peso e intentamos controlar lo que comemos. Pero si tiene bulimia significa que está tan preocupado por su peso que lo piensa constantemente. En una forma obsesiva y desproporcionada de la realidad. Es decir, tiene una imagen distorsionada de sí mismo/a.

Esto afectará su actitud hacia la comida. Las personas con bulimia a veces comen grandes cantidades y luego toman medidas extremas para evitar engordar. Lo más común es vomitar después de comer. A esta conducta se le llama purga.

La bulimia tiene mucho que ver con sus sentimientos sobre sí mismo/a y tu vida. Tiene que ver con la opinión que tiene de su imagen.

Las personas con bulimia a menudo mantienen su enfermedad en secreto. Es útil saber que no es el único. La bulimia en realidad es común. Aproximadamente 3 de cada 100 mujeres lo tienen en algún momento de sus vidas. Y los hombres también pueden padecerlo.

Si ha oído hablar de anorexia nerviosa, éste también es un trastorno alimenticio. A diferencia de la bulimia, una persona con anorexia come muy poco, en lugar de comer y vomitar. En un artículo anterior hemos descrito a detalle la anorexia.

¿Cuáles son los síntomas?

Los dos síntomas principales de la bulimia son los atracones y las purgas.

Los ATRACONES significan comer mucha comida a la vez, generalmente en secreto.

El impulso de atracones puede aparecer después de una discusión, un mal día o simplemente porque tienen hambre. Algunas personas tienen la sensación de perder el control durante un atracón. Otros se sienten emocionados o rebeldes mientras planean lo que van a comer. Sin embargo, después de comer suelen sentirse culpables.

La PURGA es cómo las personas intentan evitar aumentar de peso después de un atracón.

La mayoría de las personas que tienen bulimia se purgan provocándose el vómito. Otros toman laxantes para ir al baño o hacen demasiado ejercicio. También pueden seguir dietas muy estrictas.

¿Qué consecuencias existen?

Estos son algunos de los problemas que esta enfermedad puede causar:

• El ácido en el vómito puede dañar tus dientes.
• La falta de nutrición puede causar calambres musculares y visión débil.
• El estrés que ejerce la purga en su cuerpo y la pérdida de líquidos pueden causar problemas cardíacos. Lo más simples son las palpitaciones y en una forma grave puede darse un infarto cardíaco.
• La purga repetida puede romper el esófago.
• La purga repetida puede dañar su estómago y causar desde gastritis hasta un sangrado.
• La pérdida de agua a través del vómito puede aumentar las posibilidades de cálculos renales.
• Vomitar o usar muchos laxantes pueden cambiar el equilibrio químico (hidroelectrolítico) de su cuerpo y generar daños cardíacos.

¿Qué puede pasar conmigo?

Con tratamiento, entre la mitad y las tres cuartas partes de las personas con bulimia se recuperan completamente.

Lo triste es que muchas personas con bulimia no buscan tratamiento en absoluto.

Si busca ayuda, nadie esperará que cambie de la noche a la mañana. Un cambio de comportamiento y de pensamientos negativos llevan tiempo. El paso más importante es hablar con alguien y obtener ayuda.

El tratamiento por supuesto es integral y requiere a intervención de profesionales como el psicólogo, psiquiatra, nutricionista y médico internista.

En nuestro centro médico contamos con todos los especialistas para ayudarle a superar esta enfermedad.

Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

Los síntomas funcionales son molestias físicas que se postula que están asociadas con estrés psicológico, las cuáles no están explicadas por anormalidades fisiopatológicas y no tienen una causa médica explicable.

Desde la antigüedad se conoce que factores estresores pueden causar disturbios emocionales y por lo tanto causar diferentes síntomas corporales. También se denominan trastornos disociativos o de conversión.

Entre las causas se apuntan los estresores emocionales. Un conflicto psicológico podría preceder o podría ser la causa de los síntomas funcionales neurológicos. Sin embargo, personas sin antecedentes de cuadros ansiosos o depresivos también pueden presentar síntomas funcionales.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas pueden ser muy diversos y parecerse a enfermedades principalmente neurológicas. Pero es importante insistir que tras acudir a especialistas y realizar exámenes se concluye que los síntomas de él o la paciente no tienen una causa fisiopatológica ni estructural.

Los síntomas son muy diversos y pueden parecerse a cualquier enfermedad. Otra distinción ocurre en el discurso del paciente. Por lo general la narración de los síntomas presenta inconsistencias con la evolución fisiopatológica de enfermedades descritas o pueden presentar varios síntomas al mismo tiempo que no se correlacionan unos con otros.

En un estudio realizado en el servicio de Neurología del Hospital Público Eugenio Espejo en Quito se encontraron los siguientes síntomas funcionales que simulaban enfermedades neurológicas. De un total de 1.711 pacientes neurológicos el 4% resultaron no ser enfermedades neurológicas sino trastornos funcionales. Los síntomas más comunes fueron: hemiparesia o debilidad de movilizar algún miembro, parálisis de miembros inferiores (incapacidad para caminar), dolor agudo y crónico, ceguera, crisis convulsivas (pseudocrisis), coma, vértigo o mareo y trastornos del habla.

¿Qué ocurre en mi cerebro?

La implementación reciente de estudios de neuroimagen sugiere una interrupción en los circuitos neuronales de la volición, movimiento y percepción en pacientes con trastorno conversivo. Estos mecanismos ocurren en el lóbulo frontal principalmente. Los estudios de imagen sugieren que el paciente primero genera el síntoma y es el síntoma el que genera alteración en la función cerebral.

Aquí cabe hacer una distinción importante. Existe un grupo de pacientes en quienes estos síntomas ocurren en una forma inconsciente. A este cuadro se llama trastorno conversivo. Otro grupo genera intencionalmente los síntomas con la finalidad de mantenerse en el rol de enfermo o discapacitado y obtener cuidado o depender de alguien más. A este cuadro se denomina Trastorno Facticio. Un tercer grupo genera los síntomas en forma consciente. Estando en el rol de enfermo o discapacitado esperan obtener un beneficio personal, monetario o evitar una responsabilidad como ir a la cárcel, por ejemplo. A este cuadro se denomina Trastorno por Simulación.

Muchas personas pueden tener cuadros ansiosos (15%) o depresivos (38 a 50%) que no hayan sido diagnosticados. También es probable que se den dos patologías asociadas. Un ejemplo es la epilepsia. La persona puede realmente padecerla y además desarrollar Pseudocrisis convulsivas. Es decir, en ciertas ocasiones tendrá crisis convulsivas reales y en otras se tratará de Pseudocrisis desencadenadas por algún factor emocional.

¿Qué ocurre en mis emociones?

Como hemos anotado para muchas personas generar estos síntomas es un proceso inconsciente por lo tanto los síntomas son una forma de expresión de emociones reprimidas. El sufrimiento se hace presente como una expresión corporal de aquello que no puede ser hablado o expresado de otras formas como la queja, explosión del enojo o el llanto.

¿Qué tratamientos funcionan?

Si usted está en busca de un tratamiento es porque seguramente ha descartado ya que su enfermedad se deba a un cuadro físico y ha asumido que sus síntomas tienen una causa emocional. Si aún tiene dudas es importante que usted en primer lugar descarte con el especialista apropiado que la causa de su enfermedad sea físico.

El tratamiento en estos casos es integral. Incluye el abordaje por parte de psicología, psiquiatría y neurología para descartar síntomas o tratar enfermedades conjuntas.

La psicoterapia es fundamental para ayudar a la persona a sanar las causas conscientes o inconscientes de este padecimiento.

Se puede utilizar fármacos ansiolíticos o antidepresivos cuando hay patologías afectivas asociadas.

El tratamiento específico debe ser elegido en cada caso y depende de la experiencia que esté vivenciando cada persona.

En nuestro centro médico contamos con todos los especialistas que pueden ayudarle en el diagnóstico y tratamiento de este cuadro.

Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

Tener esquizofrenia significa pasar por períodos en los que una persona piensa y siente diferente de como lo haría normalmente. La persona puede perder el contacto con la realidad. Esta condición puede ser aterradora y difícil de vivir, pero los tratamientos correctos pueden ayudar a controlar los síntomas.

En este documento conoceremos en términos sencillos lo que sucede en la esquizofrenia, sus signos y síntomas.

¿Qué es Esquizofrenia?

La esquizofrenia suele ser una afección de salud mental que amerita tratamiento a largo plazo. Durante la esquizofrenia el cerebro funciona de manera diferente al de otras personas. Esto puede afectar los pensamientos, emociones y la forma en que una persona experimenta el mundo. Pueden haber períodos en los que le resulta difícil saber qué está sucediendo realmente y qué es imaginado. A este cuadro se llama psicosis.

Estos pensamientos confusos pueden hacer que la persona se comporte de una manera extraña o incluso agresiva.

La mayoría de las personas con esquizofrenia tienen episodios repetidos de psicosis intercalados con periodos en los que ellos pueden estar libres de síntomas o pueden mantener algunos síntomas molestos que no desaparecen.

Las causas para desarrollar la enfermedad son multifactoriales. Entre estas la herencia es un factor muy importante. El entorno y experiencias también parecen jugar un papel crucial. Particularmente, el estar sometido a estrés prolongado, el consumo de marihuana o alcohol.

¿Cuáles son los síntomas?

Durante un período de psicosis, quien lo padece es posible que tenga creencias que no son ciertas en torno a su realidad. Esto se denomina delirios. Por ejemplo, podría creer que alguien está tratando de  envenenarlo, que lo persiguen, que lo vigilan o controlan sus pensamientos.

También puede imaginar cosas que no son reales. Este síntoma se denomina alucinaciones. El tipo más común de alucinación es escuchar voces. Por ejemplo, puede escuchar voces que le dicen qué hacer o comentan sobre sus actividades o acciones. Las voces pueden parecer venir de adentro de su cabeza o de afuera.

Otras alucinaciones menos comunes son ver, oler o sentir cosas que realmente no son reales.

Estas experiencias pueden ser muy angustiantes o puede que le resulte difícil creer que sus experiencias son parte de una enfermedad. Sin embrago, familiares, amigos o personas cercanas pueden alertar sobre el hecho de que algo anda mal y de que su comportamiento o pensamiento están fuera de la realidad.

Otros síntomas de la esquizofrenia incluyen sentirse retraído, aislado o sin emociones. Cuando esto sucede, puede parecer que tiene un estado de ánimo muy plano. Como si la persona no le importara nada o no disfrutara cosas que solía disfrutar. Parece no mostrar ninguna expresión en su cara, y ser incapaz de prestar atención a nada.

La esquizofrenia también puede dificultar pensar de manera organizada o recordar cosas. Por ejemplo:

• puede que le resulte difícil concentrarse cuando está leyendo o escribiendo
• su discurso puede ser confuso y difícil de seguir para otras personas
• Podría desorganizarse y tener dificultades para cuidarse. Por ejemplo, puede descuidar su aseo personal.

Los síntomas de la esquizofrenia tienden a comenzar cuando alguien está en la adolescencia, 20 años o los 30. Para los hombres, generalmente comienzan antes de los 25 años y para las mujeres antes de los 35.

Los síntomas pueden ocurrir gradualmente durante semanas o meses o pueden aparecer repentinamente.

Los síntomas de la esquizofrenia pueden hacer la vida muy difícil. Es común sentirse muy ansioso o enojado. Quien lo padece podría descubrir que está pensando en la muerte o incluso en suicidarse.

¿Qué tratamientos funcionan?

Frente a la presencia de los síntomas mencionados una persona debe acudir inmediatamente a un psiquiatra. Este especialista le orientará en la conducta a tomar para descartar enfermedades neurológicas (ejemplo una encefalitis) o afectivas (ejemplo depresión grave con psicosis). En caso de diagnosticarse la esquizofrenia el tratamiento será a largo plazo con el uso de fármacos y terapia que sobe todo ayudará a la organización y soporte familiar.

En nuestro centro médico contamos con todos los especialistas para ayudarle en caso de que usted o un familiar presenten estos síntomas.

Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

Todos tenemos dolores de vez en cuando. Pero el mantener un dolor extendido por el cuerpo y de largo tiempo puede hacer sospechar en fibromialgia.

¿Qué es Fibromialgia?

Es común tener dolores y molestias, especialmente si se siente cansado, hay agotamiento muscular o si se tiene alguna condición médica de enfermedad. Pero para las personas con fibromialgia, el dolor se convierte en una experiencia diaria.

Hasta ahora se desconoce exactamente qué causa la fibromialgia. Las personas con fibromialgia pueden tener un sistema nervioso central sensible, por lo que sienten más dolor que otras personas.

El proceso normal de sentir dolor implica que nuestros nervios periféricos envían señales de dolor de alrededor de nuestro cuerpo a nuestro cerebro. El cerebro le da sentido al mensaje recibido y decide cuánta importancia darles a las señales. Una teoría es que, en la fibromialgia, por alguna razón el cerebro es más sensible a estas señales de dolor. Entonces la persona siente más dolor por las sensaciones cotidianas que otras personas.

Muchas personas desarrollan fibromialgia sin saber por qué. Pero algunas personas han narrado experimentar la enfermedad después de una experiencia dolorosa, como lesionarse en un accidente automovilístico o tener una enfermedad grave o trastorno emocional importante (por ejemplo, un divorcio).

La fibromialgia es más común en mujeres, en edades comprendidas entre 20 y 60 años. En la mayoría es común la edad de inicio a los 35 años. Solo 1 de cada 10 personas con fibromialgia son hombres. Raramente, esta condición afecta a los niños.

Estudios han asociado un patrón genético ya que es común un antecedente familiar en quienes lo padecen.

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma más obvio es el dolor a largo plazo. Las personas con fibromialgia sienten dolor en todo el cuerpo, a ambos lados, adelante y atrás, y arriba y debajo de la cintura. Es posible que tenga dolor articular, dolor muscular o ambos.

El diagnóstico se establece tras la valoración médica y examinación. Para establecer el diagnóstico el dolor debe haberse mantenido por 3 o más meses.

No existe un análisis de sangre que confirme el diagnóstico, pero se requieren exámenes para descartar otras patologías como el hipotiroidismo o la artritis reumatoidea.

Las personas con fibromialgia a menudo tienen otras enfermedades como fatiga crónica o síndrome del intestino irritable. En las mujeres puede acompañarse de infecciones urinarias frecuentes y pueden desarrollar cistitis intersticial.

Los cuadros emocionales como depresión, ansiedad y trastornos del sueño también son comunes.

¿Qué tratamientos funcionan?

No existe una cura para la fibromialgia, pero existen tratamientos que pueden ayudarlo a sobrellevarla.

Con el tratamiento, la mayoría de las personas mejoran con el tiempo. Pero puede ocurrir que los síntomas van y vienen.

La elección del fármaco dependerá del tipo de síntomas, intensidad de los mismos y de si existen o no patologías asociadas como ansiedad, depresión o trastornos del sueño. Para ello usted debe consultar un especialista.  El tratamiento es multidisciplinario y requiere de la interconsulta de reumatología, psiquiatría y psicología. Otras especialidades como la acupuntura también son de mucha ayuda.

El tratamiento de la fibromialgia incluye cambios en el estilo de vida de quien lo padece. Alimentación saludable, ejercicio continuo, sueño regular y disminuir los factores estresores son algunas de las cosas que usted puede hacer.

Prácticas como el Tai chi y Yoga disminuyen la intensidad de los síntomas.

En nuestro centro médico usted encontrará el equipo multidisciplinario que requiere para empezar su tratamiento.

Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

El trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) en el adulto es un trastorno persistente de TDAH presente desde la infancia. Aunque se solían pensar que al crecer los niños con este trastorno mejoraban, ahora se sabe que, si bien los síntomas de hiperactividad a menudo mejoran; al crecer la concentración, el comportamiento y la impulsividad pueden persistir en la adolescencia y edad adulta.

Se estima que la prevalencia es del 2 al 5% de la población general, pero aumenta de 10 a 20% en personas que padecen algún otro trastorno emocional o mental. Estos trastornos pueden ser: de ansiedad, del estado de ánimo, de personalidad, abuso de sustancias o afecciones neurológicas.

Síntomas en el adulto:

Caracterizado principalmente por inquietud interna en lugar de hiperactividad; impaciencia; búsqueda de sensaciones y gasto excesivo en lugar de impulsividad; inatención; y deterioro funcional con bajo rendimiento y desorganización.

Estrategias de afrontamiento:

Las siguientes son estrategias que pueden ayudar a afrontar el día a día:

• Si no puede recordar una instrucción pídale a su maestro o jefe que la repita. Pedir una aclaración es mejor que solo adivinar.
• Divida los trabajos grandes en etapas más pequeñas y recompénsese a usted mismo cuando termine cada tarea.
• Haga una lista de lo que necesita hacer cada día. Luego ponga estas tareas en el orden de prioridad con que requiere hacerlas. Coloque la lista en un lugar en que pueda visualizarla constantemente. Tache cada cosa de la lista tan pronto como lo haya hecho.
• Trabaje en una zona tranquila.
• Haga sólo una cosa a la vez.
• Tómese descansos cortos y regulares. Es útil en términos generales trabajar 45 minutos y descansar 10. Otra alternativa es observar cuanto puede sostener la concentración antes de distraerse con cualquier cosa. A partir de esta medida empiece a incrementar sus tiempos de trabajo e intercale con pequeños descansos.
• Lleve una libreta y escriba las cosas que necesita recordar.
• Use notas adhesivas para recordar las cosas que debe hacer. Póngalos en donde pueda observarlos, como en su refrigerador o en el tablero del automóvil.
• Considere usar un teléfono inteligente u otras herramientas electrónicas para hacer listas, realizar un seguimiento de citas y recordatorios de horarios.
• Almacene cosas similares juntas. Por ejemplo, las facturas deben estar separadas de notas personales.
• Cree una rutina. Levántese y acuéstese a la misma hora todos los días.
• Cree una rutina en la que se limite el uso de redes sociales.
• Técnicas de meditación como Yoga o Taichi pueden ser de utilidad para aprender a focalizar la atención, disminuir el ruido mental y organizar los pensamientos. También son útiles para generar disciplina, descargar la impulsividad y ansiedad. Favorecen el aprendizaje de la paciencia y vivir con menos estimulación en un estado de mayor armonía con uno mismo y el entorno.
• Haga ejercicio a diario, coma una dieta equilibrada y trate de dormir lo suficiente.
• Acudir a psicoterapia.
• En casos graves donde el deterioro funcional y desorganización generan problemas académicos o laborales se puede utilizar medicación y para ello debe consultar un especialista.

En nuestro centro médico contamos con profesionales especializados y con experiencia para orientarlo en estos casos.