16

Sep
2019

Dificultad de Aprendizaje y Deterioro Cognitivo

Posted By : Neurosalud Munay/ 8533 0

Escrito por: Dra. Mayra Nogales, psiquiatra

En la infancia son comunes las preocupaciones de los padres por dificultades de aprendizaje que muchas veces se atribuyen a un deterioro en la capacidad mental del niño o niña. El deterioro intelectual puede ser generalizado (deterioro cognitivo) o específico de un área (dificultad de aprendizaje). Es muy importante hacer una evaluación profesional para poder distinguir cuál de estos problemas está atravesando.

Los niños con deterioro cognitivo tienen un coeficiente intelectual por debajo del promedio, <70. El grado de deterioro cognitivo depende del trastorno subyacente y su gravedad. Un coeficiente intelectual de 50 a 70 se clasifica como deterioro cognitivo leve.

Los niños con una dificultad de aprendizaje específica, por otro lado, tienen dificultades con tareas mentales particulares pero un coeficiente intelectual normal. Los ejemplos incluyen dificultades con el habla (discapacidad específica del lenguaje), lectura y escritura (dislexia) y uso de números (discalculia).

Es importante tener en claro que los términos «dificultad de aprendizaje» y «deterioro cognitivo» tienen definiciones específicas y son diferentes, aunque muchas veces se los usan indistintamente. Esto quiere decir que no siempre un niño que tiene dificultad de aprendizaje tendrá un coeficiente intelectual bajo.

¿Es común la dificultad de aprendizaje?

Alrededor del 1% de los niños tienen deterioro cognitivo. Las causas más comunes son el síndrome de Down y el síndrome de alcoholismo fetal.

La prevalencia de las dificultades de aprendizaje es más difícil de determinar debido a la variación en los criterios de diagnóstico. Se sugiere que a lo largo de la vida existe una probabilidad del 10% de tener alguna dificultad de aprendizaje. Los niños se ven más afectados que las niñas.

La dislexia es la dificultad de aprendizaje más común y se refiere a la dificultad para leer en donde se confunden las letras las sílabas o palabras. También existe dificultad para deletrear.

¿Qué deben hacer los padres?

El abordaje debe ser multidisciplinario e implica la participación de varios profesionales: pediatra, psicólogo y psiquiatra infantiles, terapeuta del habla entre otros. Cada caso es distinto y debe ser abordado de acuerdo a las necesidades de cada niño o niña. Los niños con dificultades de coordinación motora (trastorno de coordinación del desarrollo o dispraxia) que provocan problemas físicos con la escritura pueden beneficiarse de la evaluación realizada por un terapeuta ocupacional.

El psicólogo clínico es el profesional que puede identificar la capacidad cognitiva del niño (IQ, o nivel de desarrollo equivalente a la edad, que se puede comparar con su edad cronológica).

Se debe acudir al pediatra si se sospecha de una discapacidad adquirida debido a una patología intracraneal, si el cuadro es de inicio agudo o hay una regresión de las habilidades adquiridas previamente.

Lo más probable es que las dificultades de aprendizaje específicas o el deterioro cognitivo puedan haber estado presentes durante algún tiempo, pero se hacen evidentes al iniciar la escuela.

Lo más importante es estar abierto a las quejas de los niños con respecto a su dificultad para entender y aprender, así como a la observación de los maestros. La forma en que los padres y maestros responden a estas dificultades puede marcar la forma en que el niño o niña lo enfrente. Si su acogida es respetuosa y amorosa su hijo/a se abrirá al proceso de evaluación y tratamiento. El enfado por parte de los padres o maestros contribuye a aumentar la frustración de los niños y empeora su capacidad de aprendizaje. Buscar ayuda profesional para la familia es siempre la mejor opción.

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